«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla» GABRIEL GARCIA MARQUEZ

martes, 9 de agosto de 2016

DIARIO SENTIMENTAL DE ATENAS

*Propuesta de itinerario III: A vista de pájaro


Algo que me encanta cuando visito una ciudad es mirarla a vista de pájaro. Salvo en alguna que otra ocasión, que he desistido a causa del agotamiento físico, pasando de subir 200 escalones, o que la gran cantidad de gente hacía augurar una espera de 2 horas (caso de la Torre Eiffel), repito, salvo lo anterior, siempre intento buscar un sitio elevado para encontrar otras perspectivas diferentes a las que se obtiene a pie de calle. La misma realidad vista con un perfil distinto, a otra escala. Entonces, las ciudades se me antojan grandes maquetas donde puedes verlas en su totalidad, distinguir su trazado, facilitar la orientación, y situar en tu cabeza cada edificio, calle, avenida, monumento, con mayor precisión.

Atenas cuenta con excelentes miradores. Cada una de las colinas que emergen de su suelo (Acrópolis, Areópago, Licabeto, Ardettos,  Filopapos, Tourkovounia...) se convierten en plataformas naturales para ver la ciudad desde las alturas y ofrecer al espectador imágenes de postal.






Propuesta de itinerario 3: A vista de pájaro

Con este post dedicado a los altos vuelos os sugiero que ascendáis a 2 colinas emblemáticas de la ciudad:

Con la fresquita mañanera, a la colina de Filopapos. Para acercaros podéis coger el metro de Thisio (línea verde), pero yo os recomiendo la parada de Akrópoli (línea roja). Después entenderéis el porqué.

Múltiples senderos os llevarán hasta la cima. Y seguro que en algún momento os cruzaréis con el bonito camino pavimentado que creo a mitad del siglo XX  el arquitecto y paisajista griego Dimitris PikionisNo os preocupéis por el ascenso, porque no es nada duro. 

Coronando la colina se halla el monumento que le da nombre, el que se erigió en honor a Julio Antíoco Filopapos (al parecer un cónsul romano). Desde allí las vistas de la Acrópolis, del golfo Sarónico y las montaña de la cuenca ática son magníficas. Y además es un buen lugar donde se respira tranquilidad, por lo que  es ideal para descansar del bullicio y ajetreo que define a Atenas.

Si bajáis por la ladera de Filopapos hacia la colina de las ninfas, primero, iréis descubriendo pequeños, pero importantes vestigios arqueológicos. Y segundo, acabaréis en Thisio, un barrio muy plácido, lleno de bares y cafeterías donde tomar un tentempié (a esto me refería).


Al caer la tarde, otra buena opción es ver la puesta de sol desde el Monte Licabeto. Al contrario que Filopapos, aquí prepararos para encontraros con todo el mundo. Pero si estáis dispuestos a aguantar (o pegaros codazos), la subida vale la pena porque las vistas también son preciosas.

Hay dos maneras de subir. Si sois deportistas, y estáis en buena forma, hay un camino que conduce hasta la cima. Pero, si sois como yo, de los que vuestra mejor marca haciendo "sofing" son dos horas siestas, os aconsejo subir con el funicular (7,5 € ida y vuelta). Aunque eso tampoco os evitará las cuestas del barrio de Kolonaki, hasta llegar a su puerta. Metro: Evangelismos (Línea azul).