«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla» GABRIEL GARCIA MARQUEZ

sábado, 24 de septiembre de 2016

DIARIO DE VIAJE POR LOS PAÍSES BÁLTICOS

* Primer día: Helsinki


Helsinki suele ser la puerta de entrada para recorrer Finlandia. Pero en nuestro caso, el objetivo no era el país, sino los países. Es decir, los Países Bálticos. La razón de ir primero a Helsinki fue pura cuestión económica. Resultaba más barato que volar directamente a Tallin. Y eso, nos proporcionaba ese valor añadido: la oportunidad de visitar la capital finlandesa.

No es la primera vez que me ocurre al viajar a una capital del norte de Europa que espero encontrarme una ciudad triste y oscura, como si las escasas horas de luz que caracterizan sus inviernos fuera algo perenne. No me hago a la idea de que, precisamente, es al contrario. Que en verano, su día dura muuuuucho más que el nuestro, y que tienen muchos horas para poder aprovechar. Y eso es precisamente lo que pasó. Dejábamos nuestros bártulos sobre los 16.00 en el hotel, y tuvimos una larga tarde para descubrir la ciudad. Y no había mucho tiempo que perder, porque solo teníamos esa tarde y la mañana siguiente.

Decidimos que las primeras visitas fueran las más cercanas al hotel, y a la vez las más alejadas del centro. Así que nos fuimos caminando hasta la Iglesia de Temppeliaukio, un curioso templo excavado en la roca, que dicen tiene muy buena acústica con lo que también se puede ir a escuchar conciertos.



Con el tranvia nº 2 nos trasladamos hasta el Parque de Sibelius. Era uno de los puntos que más me apetecía ver. Quizá porque el monumento ubicado en el parque y dedicado al famoso músico representaba, para mí, una de las imágenes más reconocida de la ciudad. Y no me defraudó. Los cientos de tubos que conforman la escultura la hacen tan fotografiable que hubiera pasado la tarde entera buscando diferentes perspectivas.



Volvimos sobre nuestros pasos para volver a coger el tranvía nº 2, que se acabó reconvirtiendo en el nº 3. Su recorrido ofrece una hermosa ruta por los lugares más interesante de la ciudad. Nos bajamos en la Plaza del Senado. Y ¡oh! ¡sorpresa! por un momento creí haber llegado a San Petersburgo. No en vano, Helsinki fue rusa durante diferentes períodos de su historia, y eso ha dejado huella.


Cerca se halla la zona del puerto, donde la ciudad se abraza al mar. Y es aquí donde me doy cuenta que Helsinki me estaba gustando, y mucho. La primera grata sorpresa de un viaje que no empezó con la ilusión que requería. ¡Bravo!



Datos de interés práctico


¿Cómo ir del aeropuerto a Helsinki?



Tal y como nos informaron en la Oficina de Turismo del aeropuerto, lo más sencillo es coger el tren. En 28 minutos te deja en la Estación Central, desde donde puedes enlazar con otros medios de transporte.

Billetes para el transporte público

Si como nosotras, solo vais a estar un día, lo más práctico es la Travel Card de un día (regional). Nos costó 12€, válida para una sola persona, y de viajes ilimitados desde el primer momento que se valida, y durante las 24 horas siguientes.

La compramos en la Oficina de Turismo del eropuerto. Pero también la venden en los R-kioski, y los puntos de atención al cliente de HSL.