DIARIO DE UNA TERCERA INCURSIÓN A GRECIA
* Monemvasía, Citera y Creta
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un amanecer. Normal, me paso la vida despotricando del arte de madrugar. No se me da bien, por tanto no creo en el famoso refrán “A quien madruga Dios lo ayuda". No creo porque no me interesa creer. Nunca madrugo por gusto. Pero algo tendrá Grecia, que lograba que me despertara bien temprano sin sonar el despertador. Así por las buenas, y sin gota de cansancio ni malhumor. Despacito, e intentando no hacer ruido para no despertar a mis 2 queridas amigas y compañeras de andanzas, Mari y Montse, que muy al contrario, dormían como lirones, salía, según el caso, al jardín, la terraza, o incluso bajaba a la playa, y durante muchas mañanas no me perdí casi ninguno de esos espectáculos matutinos que el sol, las nubes, el cielo nos regala. Y encima, a lo lejos, sobre el horizonte, el mar o la montaña, para hacerlo más ideal. Porque precisamente este viaje ha tenido mucho de eso, de ideal, de idílico, de vacaciones que casi rozan lo perfecto.
* Monemvasía, Citera y Creta
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un amanecer. Normal, me paso la vida despotricando del arte de madrugar. No se me da bien, por tanto no creo en el famoso refrán “A quien madruga Dios lo ayuda". No creo porque no me interesa creer. Nunca madrugo por gusto. Pero algo tendrá Grecia, que lograba que me despertara bien temprano sin sonar el despertador. Así por las buenas, y sin gota de cansancio ni malhumor. Despacito, e intentando no hacer ruido para no despertar a mis 2 queridas amigas y compañeras de andanzas, Mari y Montse, que muy al contrario, dormían como lirones, salía, según el caso, al jardín, la terraza, o incluso bajaba a la playa, y durante muchas mañanas no me perdí casi ninguno de esos espectáculos matutinos que el sol, las nubes, el cielo nos regala. Y encima, a lo lejos, sobre el horizonte, el mar o la montaña, para hacerlo más ideal. Porque precisamente este viaje ha tenido mucho de eso, de ideal, de idílico, de vacaciones que casi rozan lo perfecto.
No siempre se tiene el placer de descubrir que aún existen lugares de una gran belleza, que nada tienen que envidiar a los más famosos, pero que todavía no son objeto del turismo masivo. Es un gran privilegio. La sensación de haber llegado a la luna, y ser el primero que la pisa. Citera y Monemvasía fueron esos dos enclaves de postal alejados (¡y que sea por mucho tiempo!) de las rutas más turísticas. Los dos primeros objetivos del viaje constituyeron grandes hallazgos.
El tercer gran hito de este viaje fue Creta. Por sí sola ya hubiera valido como único destino, porque la isla tiene mucho que ofrecer. Al fin y al cabo, es la mayor de Grecia, y eso se tiene que notar.
Entramos en Creta por Kissamos, población turística por excelencia, pero anodina y sin nada especial. Sin embargo, fue el punto de partida para visitar dos playas de las que quitan el hipo: Elafonisi y Balos. Dignas de figurar en un catálogo de paraísos terrenales.
Pusimos a prueba nuestra resistencia física en la garganta de Samaria, la más larga de Europa, y con un paisaje realmente bello. Las historias más trágicas las vivimos en el Monasterio de Arkadi y la isla de Spinalonga. Y en Kritsa, pudimos saborear la vida más tradicional cretense.
Heraklion, la capital, fue nuestro último destino. Alejada de las opiniones más desfavorables, la ciudad me gustó. Su centro urbano es muy animado, lleno de comercios y restaurantes. Entre sus calles se esconden un pequeño patrimonio, y un gran museo imprescindible para conocer la cultura minoica. Desde Heraklion partimos hacia los restos arqueológicos de dicha cultura: Knossos y Festos. Gortina nos reveló tiempos posteriores.
Llegamos al punto final de nuestro viaje. Pero a Creta hay que ir sabiendo que fue el principio de todo. Fue cuna de los minoicos, el primer pilar de Occidente, y lugar de nacimiento de Zeus y del mito del minotauro. La civilización occidental vio su primer amanecer en Creta, y realidad y mitología caminaron juntas de la mano en los albores de la historia.
* 1 día: Barcelona-Atenas-Monemvasía
Desde el Aeropuerto Internacional de Atenas Eleftherios Venizelos cogimos el bus X-93 (8€ por billete) hasta la estación de Kifissos, donde otro autobús (32,5 €) nos llevó hasta Monemvasía. En Esparta se cambia de autobús, pero el transbordo está previsto, con lo que es muy rápido.
Dormimos en Monemvasía, en el Hotel Douka Sea Front Residencies.
** 2 día: Monemvasía-Citera
Un taxi nos llevó hasta Neápolis (40 €), donde compramos los billetes para el ferry (12,5 €). A las 14:00 horas salía rumbo para Citera, y llegamos a las 15.30 al Puerto de Diakofti. Allí mismo, compramos los billetes para el siguiente de nuestro destinos, Kissamos en Creta (15 €).
Un taxi (25 €) nos lleva hasta nuestro hotel situado en Agia Pelagia. Intentamos alquilar un coche para poder recorrer la isla. Nos es del todo imposible, así que OJO AL DATO/CONSEJO/TIP: reservad vehículo con suficiente antelación a vuestra visita.
Dormimos en Agia Pelagia, en el Hotel Anatoli.
*** 3 día: Citera-Kissamos (Creta)
Día dedicado a visitar la isla. ¿Cómo solucionamos el poder recorrerla? Alquilamos un taxi que nos cobró 25 € la hora.
Otro taxi nos devuelve hasta el puerto, donde tomamos el ferry, esta vez, rumbo a Creta. Desembarcamos en el puerto de Kissamos.
Dormimos en Kissamos, hotel Mediterranean Hotel Studios Apartments.
**** 4 día: Kissamos-Laguna de Balos-Kissamos
Con Cretan Daily Cruises, mi amiga Montse reservó, la misma noche de nuestra llegada a Kissamos, la excursión a la espectacular Balos y la Isla de Gramvousa (27 €). Hay que llevarse la comida.
Taxi al puerto 13 €.
Taxi al puerto 13 €.
Dormimos en Kissamos, hotel Mediterranean Hotel Studios Apartments.
***** 5 día: Kissamos-Playa de Elafonisi-La Canea
La excursión a Elafonisi la reservamos desde el mismo hotel, así que siento decir que desconozco la compañía con la que viajamos. Pero lo que sí sé es que, una vez que te recogen en tu hotel, todas hacen la misma ruta: una primera parada, en la cueva de Santa Sofía; la segunda, la playa de Elafonisi; y una tercera, para comer, en el pequeño pueblo de Elos.
Desde la estación de buses de Kissamos, a las 18.30 horas, cogimos el bus para nuestro siguiente destino: La Canea (5,10 €).
Dormimos en La Canea, en el Hotel Palazzo Duca.
****** 6 día: La Canea-Garganta de Samaria-La Canea
Día que se adivina duro con la excursión a la Garganta de Samaria. AVISO PARA NAVEGANTES: No es que sea difícil, pero el camino es un rompepiernas.
A las 6.15 horas, en la estación de autobuses de la Canea, cogimos el bus para Omalos, donde empieza la ruta del Parque Nacional de Samaria (5 € la entrada).
A la vuelta, una vez hayáis acabado la ruta y ya fuera del parque, si de desea, se puede ir en minibus hasta Agia Roumeli (2 €). Allí se coge un ferry hasta Hora Sfakion (8 €). Una marea humana nos condujo hasta un descampado donde numerosos autobuses, suponemos, unos, de las excursiones contratadas, y otros, los públicos, esperan a los caminantes para devolverlos a su lugar de origen, en nuestro caso, La Canea.
Dormimos en La Canea, en el Hotel Palazzo Duca.
******* 7 día: La Canea-Rethymno
Una mañana para visitar la ciudad de La Canea, y después de comer, a las 16.30 horas, cogemos el bus para Rethymno (7€). La tarde la dedicaremos a ese bonito pueblo.
Dormimos en Rethymno, en el Hotel Palazzino Di Corina.
******** 8 día: Rethymno- Monasterio de Arkadi-Agios Nikolaos
En la estación de autobuses de Rethymno cogemos el bus de las 10.00 horas (6,20 € i/v) que nos lleva hasta el Monasterio de Arkadi (3€).
De regreso a Rethymno, y después de comer, cogemos otro bus, primero, hasta Heraklion, donde debemos hacer transbordo para ir a Agios Nikolaos (8,30 € y 7,70 €, respectivamente).
Dormimos en Agios Nikolaos, en Dimare Apartments.
********* 9 día: Agios Nikolaos-Isla de Spinalonga-kritsa-Agios Nikolaos
Desde la estación de Agios Nikolaos cogemos el bus que lleva al pueblo de Plaka (2,30 € el billete). Desde el punto que te deja el autobús, bajando hacia la zona del puerto, un pequeño barco te acerca, en apenas 10 minutos, hasta la isla de Spinalonga (2 € la entrada).
Por la tarde, visitaremos el pequeño pueblo de Kritsa. El bus lo cogemos en la estación de buses de Agios Nikolaos donde, previamente, habíamos comido en la zona del puerto.
Dormimos en Agios Nikolaos, en Dimare Apartments.
********** 10 día: Agios Nikolaos-Palacio de Knossos-Heraklion
Nos vamos a nuestro último destino, Heraklion. Cogemos el bus desde la estación de Agios Nikolaos a las 10.30 horas. El trayecto dura unas 2 horas.
Precios para entrar en el complejo de Knossos |
La tarde la dedicamos a visitar las ruinas del Palacio de Knossos. Cogimos el bus nº 2 en la Plaza Eleftheria. Tened en cuenta, que si compráis los billetes en el mismo autobús salen a 2,50 €. Pero si los compráis en un Kiosko, o en las máquinas expendedoras, os saldrá un poco más económico: 1,70 €.
Dormimos en el hotel "El Greco" de Heraklion.
*********** 11 día: Heraklion-Festos-Gortina-Ammoudara-Heraklion
En la nueva estación de autobuses de Heraklion se coge un autobus hasta Mires (o Moires). En ese pueblo se debe cambiar de bus que te deja a los pies de las ruinas de Festos.
Después de visitar Festos queríamos ir a ver Gortina. Imposible en transporte público, por lo que, muy amablemente, el personal de la entrada nos llamó un taxi. La carrera hasta Gortina fueron 20 €. Pactamos un tiempo para la visita, y el mismo taxista nos regresó a Mires donde, de nuevo, cogimos el bus de regreso a Heraklion.
La tarde la dedicamos a descansar en la playa de Ammoudara, a la afueras de la ciudad. Para ello, cogimos un bus interurbano.
Dormimos en Heraklion en el hotel El Greco.
************ 12 día: Heraklion
Día de visita por la ciudad.
Nuestro vuelo sale de madrugada, por lo que nos vamos al aeropuerto, ya pasada la medianoche, en taxi, dado que a esas horas ya no hay autobuses (10 €). ¡Regresamos a Barcelona!.
HOTELES: lo mejor y lo peor
MONEMVASIA: Hotel Douka Sea Front Residencies.
Lo mejor: su precioso entorno, la piscina, y una pequeña cala a los pies de la entrada.
Lo peor: Se necesita coche para llegar a él porque está un poco alejado de Monemvasía. Si, como es nuestro caso, no se tiene, entonces deberéis recurrir al taxi (5 €).
HOTELES: lo mejor y lo peor
MONEMVASIA: Hotel Douka Sea Front Residencies.
Lo mejor: su precioso entorno, la piscina, y una pequeña cala a los pies de la entrada.
Lo peor: Se necesita coche para llegar a él porque está un poco alejado de Monemvasía. Si, como es nuestro caso, no se tiene, entonces deberéis recurrir al taxi (5 €).
AGIA PELAGIA (Citera): Hotel Anatoli
Lo mejor: Su amable personal, tener la playa a un minuto andando y habitación amplia.
Lo peor: Ubicado en una calle en pendiente, que puede dificultar la llegada a pie.
KISSAMOS (Creta): Mediterranean Hotel Studios Apartments.
Lo mejor: Ideal para familia con niños, con buenas instalaciones y un personal muy servicial.
Lo peor: Un entorno bastante desangelado.
LA CANEA: Hotel Palazzo Duca
Lo mejor: Buena ubicación, en pleno casco antiguo.
Lo peor: El personal, en su trato, tanto por exceso como por defecto.
RETHYMNO: Hotel Palazzino Di Corina.
Lo mejor: Buena ubicación, ideal para quienes gusten de la decoración palaciega y excesiva, y su desayuno.
Lo peor: La limpieza, falta de iluminación en la habitación y una tercera cama supletoria incómoda.
AGIOS NIKOLAOS: Dimare Apartments.
Lo mejor: El desayuno y un apartamento muy espacioso.
Lo peor: Un rancio personal en la recepción, falta de limpieza, una cocina poco equipada, y en conjunto muy feo.
HERAKLION: El Greco.
Lo mejor: Su ubicación, en pleno centro de la ciudad, cercano a todo.
Lo peor: El ruido que genera precisamente estar situado en el centro de la ciudad.
TRANSPORTE por Creta
Realmente Grecia está muy bien comunicada. Se puede llegar a todos los sitios en transporte público. Y sino, siempre quedan las excursiones organizadas.
Al contrario que en nuestra segunda incursión por tierras griegas, en Creta no tuvimos tantos problemas con la frecuencia de los autobuses, y parecía que todo estaba bastante mejor indicado.
Eso sí, aviso para los que alquiléis coche: si en el Peloponeso no vimos nada parecido a conducciones temerarias, no ha sido así en Creta. En general, se conduce bastante mal.
COMER en Grecia
Qué queréis que os diga? Que comer en Grecia es una fiesta gustativa: ensaladas, mousakas, souvlakis, gyros, pescado, yogur... 😋La comida griega es buena, sana, natural, y como no, de reconocida fama mundial.
Recomendaros algún restaurante? Los griegos son expertos en colocar las mesas en un callejón cuajado de buganvillas, debajo de una parra, o en la misma playa, y de este modo crear un espacio único y precioso para comer. Seguro que vayáis por dónde vayáis, os vais a encontrar una pequeña y pintoresca taberna donde disfrutar de una sabrosa comida.