«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla» GABRIEL GARCIA MARQUEZ

domingo, 19 de marzo de 2017

SANGRE EN LOS ESTANTES
* Paco Camarasa

Si sondeo en mi niñez me reconozco a mi misma leyendo libros de misterio: los famosos Los cinco, Puck, Los tres investigadores. O cómics como Tintín. Libros que me fascinaban, que me mantenían sentada en mi sitio hasta que llegaba el desenlace final. Después llegarían los clásicos como Agatha Christie, Arthur Conan Doyle o George Simenon. Seguía leyendo a Tintín. Y por último llegaron el resto de autores y títulos. Todos sin orden ni concierto. Tintín se mantenía intacto.
 
He aquí la génesis de mi adoración por este género, el de la novela negra. Por eso, cuando supe que Paco Camarasa había publicado lo que sería un manual sobre ello, no lo dudé y me lo pedí como regalo de Reyes.
 
Paco Camarasa es uno de los grande expertos sobre la novela negra que existe en España. Fue fundador y dueño, junto a Montse Clavé, su esposa, de la librería "Negra y criminal" sita en Barcelona, especializada en novela de esta clase. Ya no está. Desapareció. Tuvo que cerrar por efectos de la crisis. Pero nos queda todavía su bloc Negra y Criminal, y ahora para gusto de todos los que amamos este género, el libro que nos ocupa: Sangre en los estantes.


 
Sangre en los estantes es un compendio de la novela negra,  y/o un peculiar diccionario de autores del género. En un principio pudiera parecer solo un libro de consulta, pero está salpicado de tantas anécdotas y experiencias personales del autor que puede ser leído, también, como libro de memorias.
 
De su lectura déjenme que destaque lo siguiente: hay que diferenciar entre novela enigma y la novela negra, propiamente dicha. A la primera también se le llama policial, de detectives o "whodunit" (Who do it?). Es decir, una trama cerrada donde encontramos un caso de asesinato, y un investigador que acaba descubriendo al culpable. Sus precursores fueron, entre otros, Edgar Allan Poe o Agatha Christie; y la segunda, la novela negra o hard-boiled (duro y en ebullición), como su nombre indica, no es que sea más compleja, pero no destila el maniqueísmo de la primera, la división entre buenos y malos no está tan clara como la anterior. Hay más violencia, los relatos son más duros y reales. Raymond Chandler y Dashiell Hammett son dos excelentes exponentes de este tipo de novela.
 
Un consejo: traten de tenerlo como libro de consulta, y no lo vean como si de una recomendación de un amigo se tratase. Si empiezan a anotar títulos y autores, entre los que a leer y releer, les va a faltar vida.
 
Dice Paco Camarasa que a los que nos gusta la fotografía (me cuento entre ellos) cito "...son lectores de novela negra, porque las descripciones, los ambientes de los autores, son muy fotográficos. Los lees fotografiándolos mentalmente". Puede ser que esta sea el verdadero motivo de que me guste este género. O puede ser que no solo es que me lo pase bien con su lectura, sino que es el único lugar donde se satisface mi sed de justicia. Al llegar al final de libro, SEGURO los malos (no solo asesinos, sino que también ladrones, corruptos, mafiosos...) son detenidos y acaban en la cárcel.
 

domingo, 12 de marzo de 2017

EL MISTERIO DEL CARNAVAL
*¿Cuándo?


¿Nunca habéis sentido curiosidad por saber cuándo se celebra el carnaval? ¿Por saber cuál es el misterio que se esconde tras sus fechas cambiantes?. Lo mismo ocurre con la Semana Santa. Año tras año la misma pregunta ¿para cuándo caen?. Y es que ambas celebraciones están ligadas, tanto por fechas, pero también por conceptos que son contrapuestos, pero compatibles. Recordemos que la Semana Santa es la culminación de la Cuaresma, una época de ayuno y abstinencia a fin de expiar culpas e iniciar el arrepentimiento. Pues previo a la Cuaresma, la Iglesia Católica permitió la celebración del Carnaval, 3 días con licencia al exceso y descontrol.
 
¿Quiénes fueron los artífices de todo esto? Pues unos señores muy sesudos,  que se reunieron en el 325 d.C., en lo que hoy en día sería la actual Turquía, para celebrar el Concilio de Nicea. Allí establecieron el cálculo para las fechas de dichas celebraciones. Y además, muy listillos ellos (todo hay que decirlo), lograron reconvertir festejos paganos en fiestas religiosas (como la Navidad y el Carnaval).
 
¿Cómo se calculan las fechas?. Parecerá un galimatías, pero puede ser divertido intentar deshacer el embrollo: sabemos que la Primavera comienza el 20 de marzo. A partir de esa fecha, hay que buscar en el calendario lunar el primer día de luna llena. Inmediatamente después de ese día, el primer viernes será Viernes Santo. Por lógica, el primer domingo anterior a Viernes Santo será Domingo de Ramos, y el posterior Domingo de Resurrección. A partir de éste contamos 47 días hacia atrás (los 40 de la Cuaresma, más los 7 de la Semana Santa) y, puede parecer cosa de magia, la cuenta cae en un miércoles que será el Miércoles de ceniza (el primer día de la Cuaresma). Así los días previos son CARNAVAL.
 
Y ahora SÍ, ya que sabemos cómo y cuándo, sin más dilación,
VAMOS A CELEBRARLO
 

 




 
🙌 Las fotos son de la Rúa de Carnaval de Viladecans del 25/2/17

domingo, 5 de marzo de 2017

DIARIO SENTIMENTAL DE PARÍS
*Enchanté

Capítulo especial merecen los muchos museos que inundan la ciudad, pero principalmente el Louvre y  D'Orsay, que por sí solos justifican el viaje a París. Prepárense para admirar cientos de obras maestras y a no sufrir el síndrome de Stendhal.

EL LOUVRE

El gran templo del arte por excelencia, primero fue palacio antes que museo. Sus moradores, los excelsos Reyes de Francia, crearon una impresionante colección de cuadros, a las que se unió las obras de arte que se recopilaron (vamos a dejarlo ahí) en las números campañas arqueológicas en tiempos de Napoleón.


 


 
 
MUSÉE D'ORSAY

Me detengo en el D'Orsay por ser mi favorito. Solo el marco, una antigua estación de tren del siglo XIX, fruto de la llamada arquitectura de hierro, ya es por sí solo reclamo suficiente. Y si el edificio es magnífico,  su contenido deja sin aliento.




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¡Sí! Me gusta París, porque sabe cuidarse, venderse, reinventarse, embellecerse (si hasta lo feo parece que esté en el sitio adecuado). Porque es sinónimo de cultura, gracia y encanto, de buen vivir, de alegría, de savoir faire.
 
 
Los lazos ya están establecidos y son indisolubles. A igual que esos enamorados que fijan sus candados en el puente,  y lanzan las llaves al Sena, en prueba de su amor perpetuo.
 

Y si por los avatares de la vida, un día ese amor se frustra

¡SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARIS!

*** Foto de Google.es 
 
AU REVOIR! 💖