HOLA!!! FELIZ POR REENCONTRARME CON TODOS VOSOTROS!!!
Este año hubiera querido ir de vacaciones lejos, muy lejos. Tanto que hasta la China hubiera podido parecer cerca. No sé, tal vez alguna isla remota, perdida en la mitad del Océano Pacífico. Pero por razones que, déjenme que no les explique, el presupuesto era muy limitado. Ascendía a la cantidad de 1000 euros. Pensaba yo que ¿qué podríamos hacer con esa pequeña cuantía habiendo quemado ya mucho de los destinos más económicos?, y queriendo disfrutar de al menos 10 días fuera de España. Al final, una de mis amigas fue quién sugirió el destino que pronto revelaré.
Con permiso de todos vosotros, en sucesivas semanas, voy a relatar mis vacaciones de verano, con el fin, primero, de ofrecer muchos datos prácticos para los que puedan estar interesados, y segundo hacerles participes de un viaje que empezó con desgana y acabó con mucha efusión.
DIARIO DE VIAJE: JOYAS BÁLTICAS
* Introducción
Este viaje tiene como destino las Repúblicas Bálticas, es decir, Estonia, Letonia y Lituania, aunque la entrada la tuvimos por Helsinki (Finlandia). Todo el viaje lo hicimos con transporte público, para mí, una de las formas más bonitas de viajar.
¿Por qué viajar a los Países Bálticos?
Como ya os he dejado caer la economía es un factor muy importante, especialmente cuando escasea el dinero. Y, a excepción de Helsinki (con diferencia, la más cara de las ciudades grandes que estuvimos) el resto sigue siendo algo más barato que España, aunque la diferencia tampoco es que sea abismal. A medida que íbamos yendo hacia el sur los precios se iban aminorando. Ayuda que, en los 4 países, la moneda sea el euro, porque evitas pagar comisiones por el cambio.
Gastos
Avión (ida y vuelta): 233,30 €
Hoteles: 98,33 € (tener en cuenta que éramos tres personas)
Gastos generales: 582 € (incluye comida, transporte público, entradas, etc.)
TOTAL: 913,63 € (¡genial! Prueba superada!!!)
Pero dejando de lado las cuestiones materialistas, la principal razón es que os vais a encontrar con tres países fascinantes. Parecidos a simple vista, pero diferentes. Ciudades preciosas, entre ellas, quizás no hace falta que diga, que Tallin es una de las más hermosas de Europa. Pueblos con mucho encanto. Naturaleza que invita a ser disfrutada hasta el último rincón. Historia de caballeros y castillos medievales. O algo más cercana, de espías y agentes secretos durante la época de la guerra fría. Y la gente, que es amable y dispuesta a ayudarte. Mención honorífica, para los helsinguinos. Me quedé gratamente sorprendida por su gentileza y cortesía.
Además son países que todavía no están sobreexplotados, en términos turísticos. A excepción de ciudades como Tallín o Riga donde los cruceros escupen de sus enormes barrigas cientos de turistas que copan sus calles, por el resto de los lugares todavía puedes caminar sin sortear a los eternos grupos de japoneses... y también de muchos españoles.
ITINERARIO
Día 2 Helsinki-Tallin
Día 3 Tallin
Día 4 Parque Nacional de Lahemaa
Día 5 Tallín-Tartu-Parnu
Día 6 Parnu-Riga
Día 7 Valle de Gauja
Día 8 Palacio de Rundale-Jürmala
Día 9 Riga
Día 10 Colina de las Cruces (Siaulai)-Castillo de Trakai
Día 11 Vilnius
¿Cuánto tiempo es necesario para cada visita?
Obviamente, depende del gusto del consumidor. Toda ciudad, pueblo, o zona puede ser visitado en una hora, 3, un día, ó 10. Lo que queráis. Pero entiendo que en un viaje que tiene como objeto la visita de tres países hay que marcar un límite -muy limitado- al tiempo. En este caso se estableció un día para las ciudades más grandes, así como para espacios naturales. Y medio día para pueblos, o lugares más pequeños. Evidentemente, acatando los horarios de los transportes públicos que restringen tu tiempo, porque son los que son, y ahí si que no puedes hacer nada al respecto. Eso significó dejarnos muchas cosas en el tintero. Cosas que os iré señalando en el momento oportuno, por si alguien quiere tenerlas en cuenta para su posible viaje.
Otros aspectos de interés práctico
VUELOS. Se da por hecho que cogimos vuelos de bajo coste. Para la ida con la compañía Norwegian, y para la vuelta Ryanair.
Celebrar que Ryanair POR FIN te deja llevar un segundo pequeño bulto, además de la maleta tamaño cabina (el año pasado, os puedo asegurar que no).
REQUISITOS LEGALES. Para los españoles tan solo es necesario presentar el pasaporte o el DNI, en los aeropuertos. Por tierra y mar no nos pidieron nada.
RELOJ. Hay que adelantar una hora con respecto a nuestro horario.
IDIOMA. Con el inglés os vais a entender perfectamente, porque no nos encontramos a nadie (y cuando digo a nadie, incluye a personas ancianas) que no hablasen inglés.
HOTELES. No buscamos hoteles de mucho lujo, con grandes servicios. Entre otras cosas, porque apenas disfrutamos de ellos. A lo sumo, si el hotel cuenta con piscina, al caer la tarde está bien para darse un chapuzón. Nos conformamos con una habitación que, por supuesto, esté limpia, y al ser posible amplia. Es importante el tema del desayuno, porque te evita tener que andar buscando, y ya sales del hotel con "la faena hecha".
Los hoteles que escogimos contaban con todos los requisitos que os he enumerado. Tenían buena relación calidad-precio. El único inconveniente fue que, en esta ocasión, no estaban céntricos. Más al contrario, algo alejados del centro neurálgico, incluso, alguno, a las afueras.
Helsinki.... Hostel Domus Academica
Tallin........ Hotel Dzinguel
Parnu........ Hotel Vesiroos
Riga.......... Hotel Best
Siaulai....... Hotel Turné
Vilnius ..... Hotel Corner
GASTRONOMÍA. Os explico. Me encanta probar las comidas locales. Pero después de varios episodios en el pasado que devastaron mi estómago, y casi provocan un estropicio de mis vacaciones, un buen día decidí que ya bastaba de hacer experimentos gastronómicos, e irme a probar lo que parecía fiable, para acabar comiendo que casi seguro no me iba a provocar ninguna hecatombe gástrica. Aquí no he tenido ningún problema. Es fácil barruntar que países tan ligados al mar sería sencillo encontrar buen pescado, como así fue. En todos las cartas y menús figuraba, sobre todo, el salmón.
Con respecto al resto, tampoco es que exista gran variedad. Pero verduras y ensaladas, pollo y cerdo, satisficieron mi paladar (también os advierto que no soy una gran gourmet).
Y lo que nunca perdono, golosa como soy, es la repostería. Y por esas tierras la hay, y muy buena.
HORARIOS. Amplios. Sorprendentemente los comercios podían abrir a las 8.00 y cerrar entre las 22.00 y 23.00 horas. E incluso encontramos grandes superficies abiertas durante todo el fin de semana. Y en los restaurantes podías sentarte a partir de las 15.00 horas con la tranquilidad de que te iban a servir de comer.
TRANSPORTE. En general funcionan muy bien y con una puntualidad británica, que hacía del viaje una delicia. En las ciudades hay una extensa red de transporte público, con una variedad y frecuencia que pasmaba. Para rabia nuestra adolecía en algunas poblaciones pequeñas, o bien su asiduidad era menor.
Y ahora sí, finalizo este post con un pequeño vídeo que he realizado a modo de resumen del viaje. Espero que os guste, y sobre todo deseo encontraros en las próximas etapas de esta vuelta que tiene como destino LOS PAISES BALTICOS.