«La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla» GABRIEL GARCIA MARQUEZ

jueves, 18 de abril de 2019

MI VIAJE POR POLONIA
* 6 razones de peso para visitarla



Posiblemente haya más. Tantas como personas haya en el mundo, porque cada una tiene un motivo diferente, un objeto. Pero yo he escogido 6 razones que he creído universales, válidas para cualquier viajero con inquietudes. Personas curiosas y que tengan ganas de empaparse de historia, arte, tradición, naturaleza, diversión, etc. Estas son mis propuestas:

1.- Mi viaje por un cuadro

Dicen los de la revista Viajes National Geographic que ir a ver la obra de Leonardo Da Vinci, La dama del armiño, ya justifica por sí solo un viaje a Cracovia. No puedo estar más de acuerdo, sobre todo para los amantes del arte. Siendo tan escasa la obra pictórica del genial artista, no resulta un disparate marcarse un itinerario para ver todo su trabajo. O ¿hay algún viajero que no quiera ir a París, Londres, Milán, Florencia, San Petersburgo,...Cracovia? No me digan que no ¡por favor!



2.- Para hallar la cuadratura del círculo

Si ir a Cracovia por un cuadro ya es un propósito suficientemente fuerte, imaginaros por toda la ciudad, una de las más bonitas de Europa, llena de historia, de presente y futuro. Viajar a Polonia solo para visitar Cracovia ya vale la pena. Pero, aún hay más. Si os animáis a añadir Varsovia al viaje, formaréis un buen tándem. Y os aliento a continuar: la conjunción perfecta la conseguiréis uniendo a dicho dúo Gdańsk. Y ya puestos, vamos a lo que os proponía al principio: agregad a vuestra combinación Wroclaw, y habréis logrado la cuadratura del círculo. ¡¡¡Enhorabuena!!!



3.- Para sentir la historia a flor de piel

Para los amantes y curiosos de la historia, ésta es una razón principal. Patrimonio e historia van de la mano. Y a Polonia no le faltan. Y si ya, lo que os gusta es la historia contemporánea y/o, especialmente, sois aficionados (o frikis) de la segunda Guerra Mundial, aquí, por desgracia, se vivió muy intensamente.



4.- Para desconectar naturalmente

Aunque esta vez no pisamos el Báltico (cambiamos Sopot por Westerplatte en un arranque de espontaneidad) Polonia tiene suficientes centros vacacionales para disfrutar de sus playas. Pero si lo que os gusta es la montaña, entonces nada más indicado que los Cárpatos. Sí, ya sé que siempre se asocian a Rumanía, pero es precisamente en la frontera entre Polonia y Eslovaquia donde se halla la cordillera más alta de los Cárpatos, los montes Tatras, que os darán la dosis adecuada para el disfrute de la naturaleza.



5.- Porque lo pequeño también cuenta

Si lo que os atrae es el turismo rural, en un país eminentemente agrícola, con un paisaje 100% rústico, los pueblos y ciudades más pequeños, llenos de tradiciones, folklore, leyendas, y algunos con elementos que les dan una originalidad que no la vais a encontrar en ninguna otra parte, Polonia es ideal.



Y si todo lo que os contado no os seduce, entonces...

6.- Por simples cuestiones prácticas

Y ¿por qué no? Porque está a un tiro de piedra de España, y todavía sigue siendo un destino barato, cosa que se agradece.