* Epílogo
Homenaje al Tango
Los tangos destilan amor, desamor, dolor, tristeza, nostalgia, e incluso tragedia, emociones y sentimientos tan universales que sería una explicación del porqué gustan tanto a lo ancho y largo de este planeta, que hayan perdurado en el tiempo, y que se hayan afincado en la memoria colectiva. Cortázar lo expresó de forma insuperable: "Fui un letra de tango para tu indiferente melodía".
Ahora agarren a su pareja, que suene el bandoneón, y déjense llevar por esas melodías que son más de sentir que de escuchar. Mientras, les canto esta historia...
Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver
no habrá más pena ni olvido.
Porque sí, prometo que volveré
aunque sea con la frente marchita,
con las nieves del tiempo
plateando mi sien.
Volveré a aquel Caminito que el tiempo borró
que junto un día nos vio pasar,
volveré por última vez,
volveré a contarle mi mal.
Le diré que pasaron los años y mil desengaños,
que uno fue arrastrándose entre espinas,
y en su afán de dar su amor
sufrió y se destrozó hasta entender
que uno se quedó sin corazón.
Que amor y fe mentira son,
y que del dolor se ríe la gente.
Le explicaré que la vida me ha castigado
y que me ha enseñado
su credo amargo:
que el mundo es una porquería
que hay falta de respeto,
atropello a la razón,
que cualquiera es un señor
y cualquiera es un ladrón.
Que la juventud, divino tesoro
se fue para no volver
que cuando quiero llorar, no lloro
y a veces lloro sin querer.
Volveré a aquel barrio,
de alma inquieta de un gorrión sentimental.
Volveré a corrientes tres cuatro ocho,
segundo piso ascensor.
Volveré a mis Buenos Aires,
tierra florida,
donde mi vida terminaré.
Y ahora perdoná si al evocarte
se me plantá un lagrimón
que al rodar por el empedrado
es un beso prolongo
que te da mi corazón.
💔
*** Los tangos utilizados para confeccionar esta composición son: Mi Buenos Aires querido, Caminito, Uno, Volver, Madreselva, Cambalache, A media luz, Solo se quiere una vez y Melodía de arrabal.